Reconocen actividades realizadas en el ITESO por su compromiso ambiental

Diana Alonso

La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) entregó al ITESO dos certificados por la organización de eventos sustentables: el XXXIX Encuentro Deportivo InterSUJ y el 23 Festival Cultural Universitario (FCU). Estos reconocimientos forman parte del Programa de Cumplimiento Ambiental Voluntario y reafirman el compromiso de la universidad con el desarrollo sostenible y el cuidado del entorno. 

“Estoy muy agradecida porque ustedes nos ayudan a realizar nuestro trabajo todos los días. […] Lo hacen por un bien común y lo hacen para que todos lleguemos a tener un mejor medio ambiente”, expresó Paola Bauche Petersen, titular de la Semadet, durante la ceremonia realizada en el Bosque Colomos, en la que también estuvieron presentes Laura Guzmán Gutiérrez, directora de Sustentabilidad del Sector Productivo, y Josué Díaz Vázquez, director general de Protección y Gestión Ambiental de la misma dependencia.  

Este logro se sostiene en las acciones que el ITESO ha consolidado durante años para el cuidado de la Casa Común. Desde 2024, la universidad cuenta con la certificación Líder Ambiental, el máximo distintivo del programa estatal, y entre ese año y 2025 fue la única institución reconocida por la sustentabilidad de sus eventos. Además figura entre las diez universidades más sustentables de México, de acuerdo con el UI GreenMetric World University Rankings 2025. 
“El entorno ya es sustentable porque somos una empresa líder ambiental y contamos con todos estos mecanismos, pero […] entonces fue como ir más hacia el fondo del cuidado del medio ambiente”, explicó Mariana Carrillo, supervisora de Sustentabilidad Operativa, quien, junto con Martín Luna, coordinador de Servicios de Gestión del Campus, recibió los reconocimientos en nombre de la universidad. 

Carrillo explicó que la organización del InterSUJ fue un a gran reto. Se trató de un evento masivo con delegaciones externas. La planeación incluyó la búsqueda de hospedaje en hoteles con certificación ambiental, la promoción de movilidad colectiva para reducir emisiones y campañas para incentivar el uso del transporte público y del sistema MiBici. Se distribuyó agua potable en bebederos para evitar botellas plásticas, se sustituyeron las regaderas por modelos ahorradores de agua y energía. También, se instalaron paneles acústicos en el domo deportivo para controlar la contaminación sonora. Además se creó la Comisión Verde, integrada por estudiantes voluntarios, que supervisó la separación de residuos y el cumplimiento de la política institucional que prohíbe desechables desde 2010. 

El FCU se enfocó en la sensibilización y la educación ambiental bajo el lema “Naturalmente humanos”. Las presentaciones artísticas invitaron a reflexionar sobre la relación entre las personas y su entorno. Se priorizó la contratación de talentos locales y la coordinación de traslados para minimizar vuelos, lo que redujo la huella de carbono. “Fue impresionante la forma en la que se minimizó porque lo que más impacta normalmente son los vuelos”, señaló Carrillo. 
Incluso los detalles fueron pensados para generar menos residuos: libretas y lápices biodegradables en talleres, proveedores locales con empaques compostables y campañas para que los asistentes llevaran sus propios utensilios. También se reutilizaron materiales publicitarios y se evitó el uso de plantas eléctricas externas, conectando todo al sistema energético del campus, que incluye paneles fotovoltaicos. 

“Este programa refleja la convicción de que la responsabilidad ambiental del sector productivo es clave para avanzar hacia un desarrollo más sustentable, más competitivo y alineado con los retos que enfrenta nuestro territorio”, afirmó Guzmán Gutiérrez.